
¿A que le temes? Le temo a lo que no veo, en lo que no creo, a las mentiras a los monstruos que irrumpen mi paz, a los que no piensan y hacen daño, temo a los infiernos y los lamentos.
¿Por qué lloras nena? Sé qué es solo una pregunta, pero las estrellas brillan menos hoy, el farolito de la avenida ha perdido intensidad y las cortinas cubren los cristales y el aura es oscuridad, esta noche lo dulce no es tal dulce y la amargura domina mi garganta, sabe a jengibre, huele a lamentos, los nudos son yunques, los pesos obstáculos, se repleta de barreras y la bailarina hoy no danza, los perros ladran más y algo sucede. Lloro porque no me conozco, porque temo a mis pensamientos y a los nudos, las cuerdas son mi nueva vestimenta y los espejos mi condena.
Esta noche el mate y el entusiasmo no sana los lamentos, sentimientos, ahora el futuro no es el importante, sino la noche eterna de silencio extraño.-
{P.A}
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar“La noche eterna de silencio extraño”
ResponderEliminarUn estado lleno y vacío a la vez, bajo la incertidumbre provisoria del sentir que “algo” existe, pero no se pro-nun-cia.
Así es bonita, algo que existe, no se ve, se siente y causa estragos! pero dura poco, solo una noche y al otro día se olvida...
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