
Noche clara en la oscuridad de los bosques y la noche tristona angustiosa, conocedora de sueños que volarán al costado del camino y revolotearan por aquí y por allá sin rumbo, sin ruta, inmersas en el mundo de suspiros y brillos.
Clara por la luna, por la brisa, tu sonrisa y tus temores, tu inocencia, el brillo de tus ojos y tus caricias, tu nerviosismo y mis aprehensiones oscurecen la claridad, las decepciones, angustiantes palabras, cadenas de acero en las venas, cadenas matizadas con sonrisas pero el acero es más fuerte, no siente.
Corre el sentimiento clandestino por el camino de vinilo, sentimiento es un secreto, oculto, que tus ojos y los míos entienden, lo viven, lo sufren lo disfrutan por un instante, instante agridulce que la noche se olvida, la brisa, las luces, el tiempo, sí sobretodo el tiempo.
La noche clara en la oscuridad es testigo de impotente complicidad que se desvanece al amanecer, se desvanece sin querer y con deber.
La noche clara en la oscuridad es testigo de lo que nunca fue.
{P.A}
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