martes, 6 de marzo de 2012

El cielo se nubla.-


El cielo se nubla y no hay consuelo, no hay anhelo, hay temores desbandados, caricias imputadas, suspiros enfrascados, que no huyan, que se escondan tras el cristal invisible de la conciencia, es humo, son trizas, no hay brisas ni rencores.

No despisto, no volteo porque veo y leo las cláusulas de la conciencia y leyendas de cemento, contundentes, como camina en frente y ahí se queda, porque hay sistema y no se rompen esquemas de prisión, de clamor.

El cielo se nubla y perece el tiempo, aún hay aliento que impide la agonía, no hay múltiples caminos, solo una vía conecta, el presente y futuro, no hay opciones.
El cielo se nubla y nada ha cambiado, porque hay una vía, que conecta los recuerdos, la rutina, las sonrisas, los esfuerzos, los lazos, la confianza, el presente, no hay pasado, no puede haber espacio para racontos ni un latente flash back, porque hay presente y un futuro estático que no va a tranzar, ni palabras ni canciones, ni poemas ni sones, ningún algo volando como libélula tras las montañas puede cambiar el desenlace.

El cielo se nubla y así permanece, un rayito de sol endeble ilumina los días, no es tristeza, no es pesar, son alegrías y pupilas brillantes, pestañas eternas acariciando mi rostro, es carita de algodón en un mar de apoyo, confianza y trayectoria… Pero a veces sin avisar, el cielo se nubla con un toque de amargura, con sazón a nudo en garganta, sazón de suspiros, pero las nubes pasan y queda tímidamente la noche de verdades estáticas que no han de avanzar, los sueños utópicos de un instante, la catarsis loca de un ayer y las risas cómplices de un santiamén.-

{P.A}

No hay comentarios:

Publicar un comentario