lunes, 27 de agosto de 2012
Luna en humo.-
Golpeas, golpeas y no puedes escapar. Escapas y corres y la isla se inunda allí atrás, los peces mueren al pasar y las flores se marchitan, pero queda el sol, el sol sincero, honesto, valiente.
La luna, temerosa del ayer, de tormentas, de lamentos, se queda quieta, atada con nudos de conciencia e inocencia, de perdón, de confusión.
La luna flota en el muro de lamentos desdibujados, desdibujados desde el momento en que el rayo entró y el mundo se desestabilizó, el castillo quedó sujeto a cimientos endebles, en lodo, en pasto, latente, carente, inocente.
¿Qué calla la luna cuando calla? ¿A dónde huye la luna cuando piensa, cuando siente ahí dentro, bien dentro, oculta en temores, en lamentos, con temblores avasalladores?
¿Qué hay más confuso que lo confuso? ¿Qué hay más ingenuo que lo ingenuo? Y todo calla, todo piensa, todo duda, todo pasa. Se golpean puertas en vano, se rasguñan cristales en silencio.
¿Qué piensas cuando piensas? Y quieres huir como lagartija cobarde, como ratón cobarde.
¿Cómo danza la luna con cadenas de humo?.
{P.A}
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