sábado, 30 de agosto de 2014
Un hoy de claridad.-
Hoy no me importa el ruido porque me resbala la lava, el fuego no me quema, las balas no hacen daño, solo penetra por mis poros el agua de vertiente, me refresca, me aliviana la carga, al agua turbia queda en el alcantarillado, donde es su lugar.
Hoy sonrío porque confío, el muro es impenetrable y sigo el camino porque hoy no graniza de noche ni de día, hoy hay calma.
La tempestad se ha ido de viaje, en soledad y perturba otros poblados.
La oscuridad ha exigido descanso porque hoy no le ha dado resultado abrazar corazones serenos.
Hoy, todo está en calma, hoy hay claridad. Creo que precisamente hoy se comienza a respirar la dicha.
P.a
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