lunes, 24 de diciembre de 2012

¿Qué hay de malo?

Date el tiempo de sentir nostalgia, date el gusto de oír diez veces las mismas melodías de vientos, silencios y tiempo. Invita a cenar a esa lágrima, aquella pequeña que llevas encerrada en tu corazón por días, quizás meses. No todo anda mal, no me quejo, quizás un instante pero es que solo tengo pena, los soñadores también lloramos y los risueños también nos acongojamos. Agradezco mi vida y las sonrisas, agradezco los colores y la compañía, lo que pasa es que a la burbuja la aparece un orificio de repente que hay que sellar, con melodías y miradas, con noche eternas de sueños despiertos. No pido regalos, ni grandes metas, solo pido un minuto de paz, solo te digo: déjame llorar. Llorar en silencio, llorar sin lamentos, recordando, pensando, agradezco, siempre agradezco, solo que la pila se agota y se recarga con suspiros y vinilos. ¿Qué hay de malo con pensar? ¿Qué hay de malo con escuchar nostálgicas melodías? No sé de qué es lo que te ríes tampoco sé que tanto te cuestionas si todos los corazones guardan penas y un secreto, sólo que algunos son más valientes para lanzarlo al viento y otros nos conformamos con llorar en silencio y cantar de penas, vientos y sueños y con dormir, pensar y dormir y suspirar, en silencio, en oscuridad, temerosa oscuridad, pero tranquila, opaca como algunas vidas. {P.A}

No hay comentarios:

Publicar un comentario