miércoles, 19 de septiembre de 2012

Mariposa voladora.-

La mariposa se cuestiona si todo anda bien y la respuesta no es precisamente la que la ingenua esperaba. ¿De qué sirven sus colores si ha perdido el sabor de la vida, de lo seguro, de su tesoro, de su refugio? La voladora se pregunta si hay desino y si lo hay por qué el desafío, la colorida es alegre pero no construye ni vida ni futuro como las hormigas, ella solo vuela, es débil. ¿Cómo detiene el aleteo? ¿Cómo recupera su color? ¿Cómo construye su destino? Porque el traicionero no aparece, no está estático frente a sus ojos, la débil tiene que comenzar a trabajar, a golpes, volando bajo y alto, alto y bajo, hasta neutralizarse y volar en estabilidad, serenidad. Lo que pasa es que a la voladora le cuesta comprender que no hayan recetas, de papel, de letras, de sonidos, de andanzas de danzares, de sones y caricias. El problema, es que hace mucho tiempo que la mariposa no entiende su vuelo y cuando intenta curar sus alas heridas y las heridas al viento, vuelve a flaquear y a volar ambigua y cae sobre una flor y ahí permanece, serena y alterada, resignada y confusa, ilusa.- {P.A}

martes, 11 de septiembre de 2012

Recuerdo de lo injusto.-

No tengo miedo decían, sigo mis ideales decían, y por querer alcanzar una pluma en el cielo llegaron los estruendos en la nuca, los cordeles en la mano, los golpes en el corazón, que calaron muy profundo entre recuerdos de hijos corriendo descalzos por el parque y esposas y madres que aún esperan, desesperanzadas, con lágrimas en el cuerpo, que aún esperan y siempre lo harán. Cobarde tú, cobarde yo, cobardes los dos, falta esa garra, esa lucha, la valentía se agota inmersa en la banalidad de la rutina y el egoísmo. Cobarde el paisaje, paisaje cómplice del ayer, del hoy, de lo que vendrá. Callaron los sones, las utopías, lo justo. Callaron luchas, callaron fuerzas, pero no callaran los recuerdos en sepia, las lágrimas en el cuerpo de los clanes desconsolados por el ayer. Vuela lo injusto, vuela lo oculto, vuela la crueldad y permanece la banalidad.- {P.A}

lunes, 10 de septiembre de 2012

La luna quiere saber del sol.-

La luna quiere saber del sol, saber como van aquellos proyectos de los que hablabas con ilusión, como en una canción, como van las melodías, las aventuras y las compañías. La luna quiere saber si brilla en tu planeta, el camino es más sereno. Está curiosa por conocer si te merodea el rencor, el temor, lo que pasa es que por acá todo es blanco, negro y gris bajo un cristal de arcoíris, lo que pasa es que todo continúa, todo sigue, pero hay un agujero que corroe las maderas del refugio, un vació que enloda las aguas. La luna sabe que pisó arena movediza y protagonizó tormentas y temblores, pero a la ilusa la acompaña la nostalgia, hoy como ayer, hoy como mañana y de pronto no sabe si hablar o callar y piensa en silencio, siempre piensa, recuerda, sonríe derrotada, atada, con nudos en los sentimientos, en la mirada, brilla el día pero se apaga el sol, a ratos, hoy, hoy como ayer, hoy como mañana.- {P.A}

jueves, 6 de septiembre de 2012

Paloma equivocada.-

¿Alguna vez te has sentido obstaculizando trayectos? Me temo que la paloma hoy lamenta haber estado en el momento equivocado, en la era equivocada dificultando el camino de un sol. La paloma se atreve a decir que reconoce los errores y se saca el sombrero ante la valentía. La paloma se atreve a decir que voló en sentido contrario y quiso volar más alto de donde podía llegar, osada quiso aletear con las águilas, pero sus pequeñas y endebles alitas no fueron capaces de resistir. Lo triste no es el paisaje sino el trasfondo, los detalles son que la paloma quiso andar por un sendero que no le correspondía, a otra ave le correspondía crear sonrisas y hacer ilusiones al águila, pero de estas que se pueden concretar, el trasfondo es que la paloma sin quererlo ocupó tiempo y transformó sentimientos en el aire de una valiente águila libre, apasionada. {P.A}

sábado, 1 de septiembre de 2012

Serenidad.-

Se repite esa sensación, de cuando sabes que estás pisando lodo pero no mueves el pie para que no se hunda, lo dejas, tranquilo, sereno y de pronto, inconscientemente, comienzas a pisar con más y más fuerza, como si aquel fuera el sendero, tomas la conciencia del momento y te das cuenta que después de todo, el pie ya está sereno, sólo que esta en el fondo, allá abajo, pero está sereno. Y pronto, el pie se da cuenta, ahora entiende el sentido, el sonido, comprende que no es culpable, no hay culpable, simplemente sucedió que el sol brilló un poco menos ayer y la naturaleza avasalladora arrancó algunas flores y escupió tormentas, temblores. La serenidad de los pasos, de la naturaleza, de la conciencia, sólo crece y se planta en tu corazón cuando enfrentas lo avasallador y te paras y dices que no se necesitan sombras, solo la tuya, para escalar, para subir y alcanzar la cima, la serenidad se estaciona en tu corazón cuando los nudos comienzan a resbalar y los pasos son más livianos, más sanos. Y es en ese momento, en ese preciso momento, cuando te sorprendes de ti y de tu capacidad para generar ideas y viajar en el tiempo, en los momentos y disfrutas, porque la serenidad nada por tus pupilas y las realidad es nítida, con sombras o sin ellas.- {P.A}

Luna blanca y gris.-

Que hermosa está la luna, hoy la vi con mayor claridad, mejor que nunca, su forma, su luz, sus colores y me di cuenta que no sólo es brillantemente blanca, sino también gris, como las almas, las personas. Las almas son claras y oscuras, ríen y disfrutan pero también sufren, lloran y sienten nostalgia, como tú, como yo, como nosotros, todos como la luna, luna eterna, luna nítida, hoy más nítida que nunca porque la he observado con otro cristal. Que bella es la luna hoy, como la vida, como tú vida, como la mía, como las nuestras. La noche está tan bella, como los sueños, las utopías, como las metas. Esta noche extrapolo pensamientos, extrapolo ideas y la imaginación la traslado a la cordillera, al río, a la arena, bajo los árboles, con la brisa de septiembre, sólo por una noche, esta noche de luna hermosa, serena, tranquila, cobijadora, sólo por esta noche, viendo la luna y pensando en lo que tengo, en lo que no, en quienes se han ido, en aquellos que quedan, en sueños de segundos y en reflexiones de toda una vida. {P.A}