domingo, 22 de septiembre de 2013
Sol y luna.-
Alegre brillante permanece el sol, iluminando hasta el final en el arrebol, despampanante y duradero, como las historias de verano.
Interesante y luminosa permanece la luna, coqueta y misteriosa, como la noche, su compañera.
Permanecen flotando en caminos paralelos, en orbitas diferentes pero cercanos, unidos por el mundo y la naturaleza, los unen los trayectos de los corazones que iluminan cada día. Se apoyan, se comprenden y se alegran sus andanzas. Saben que él está ahí y ella acá, saben que ella pasea sola de noche mirando las estrellas y él canta durante el día con su cabellera al viento, sereno.
El destino decidió dejarlos separados, pero cercanos, están en tiempos diferentes, nunca se logran encontrar. Cuando el sol despierta, hilarante, cantando con los pájaros, la luna va a descansar, abrumada, serena, silbándole a las estrellas. Cuando la luna despierta, con energías y ganas de reír, el sol se va dormir, agotado, pero dejando sus melodías al viento.
No logran verse, abrazarse, pero saben que comparten el mismo cielo.-
{P.A}
Evasión.-
El huracán arrasa con todo, los caparazones rotos ante a tus ojos sin destellos de cristal, lo perenne de los álamos se desintegra con la oscuridad, la rapidez y la destrucción, tú alma padece inmóvil y tus corazón paralizado ante el temor.
Es ahí, cuando la destrucción es inminente, evidente y desfila despampanante con su corona al viento, burlesca, maestra, maestra del desastre.
El qué hacer es evidente: respirar, enfrentar, actuar y caminar sin dudarlo, para allá, para acá pero no para atrás. Pero vas por el camino asfaltado evitando las piedras, el lodo y el polvo. La evasión se hizo para cobardes, lástima que son pocos los que aceptan ensuciar sus pies descalzos.
Evadir porque sí, en círculos, perdidos en laberintos, enrollados como enjambres, reposados como estatuas inmóviles, hastiados por el ruido pero sin buscar silencio.
Evasión interna, engañando tus sentidos, evasión externa, engañando los sonidos y latidos lejanos como el sol pero cercanos como el viento, que te susurra al oído y te hace sonreír.
Evadir por evadir, correr sin oír, caminar hacia atrás, cantando bajo las colchas con los ojos bien cerrados.-
Limpieza.-
Mantengamos limpia nuestro aura y en equilibrio nuestro alma. Demos pasos por nosotros y para nosotros no para entes externos, lejanos, divinos, ajenos.
No deseches la basura en tu entorno, en tu habitación de algodón, no ensucies tus cualidades, no desintegres tus logros, no opaques tus virtudes, no minimices tus trayectos.
Estás aquí, por tí, contigo. Vas y vuelves, como las gaviotas, vuelas alto y bajas repentinamente como los halcones, pero puedes volar, ver el cielo desde dentro y no hacia arriba, como las gallinas que se sienten inferiores como los patos o los cisnes, tú no te sientes superior porque hablas con el cielo y miras al sol a la cara, con respeto, pero siempre vuelves a ti, con aterrizaje limpio, consiente.
Mantengamos limpia nuestro aura y en equilibrio nuestro alma.
{P.A}
Vuelo sin retorno.-
Si hay aves que no quieren acompañar tu vuelo, pues déjalas que emigren a otras bandadas... en los arreboles lejanos cantarán tu recuerdo.
Entre cantos y tormentas las aves se afectan y retornan a la seguridad de su bandada de origen, triste aire, triste viento porque todas las bandadas emigran y pocas veces retornan al mismo lugar.-
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